Empecemos

Este ciclo universitario impartí las materias de Expresión escrita y Expresión oral, ambas dirigidas a casi 100 alumnos y alumnas de segundo año de la carrerera de Ciencias Jurídicas. Estaba tan asustada de la cantidad de errores ortográficos, que todas las noches me acostaba escribiendo en mi mente para ellos. A veces escribía un artículo de opinión, otras una anécdota y muchas veces en un "diario" personal. Pero todo eso solo era en mi mente. Sentí la necesidad de escribir.

La semana pasada vi la película Julie and Julia, en donde la protagonista pasa durante toda la película escribiendo en un blog. Entonces, de nuevo sentí la necesidad de plasmar esas palabras amontonadas en la cabeza. Además, un primo político empezó a escribir un boletín familiar, dándole seguimiento a una tradición que comenzó su padre hace más de quince o veinte años, no estoy segura. Pero resulta que en esas épocas no había blog, ni correos electrónicos tan a la mano como ahora, sin embargo él lo hacía y lo compartía con su familia. Pensé "qué bonita tradición".

Hace un par de noches hablaba con alguien sobre otra amiga y empecé, de nuevo, a escribirle una carta en mi mente. Entonces me dije: "¡basta!, debo empezar a escribir en un lugar más 'estable' que mi mente".

Así que aquí estoy frente a mi computadora, después de un día entero jugando con mi hija, dispuesta a vaciar un poco mi alma por esta vía.

Solo que a diferencia del personaje de la película, yo no escribo al aire, si no que quiero dedicar cada entrada a alguien en específico y enviaré el link solo al detinatario. Luego si por fortuna las demás personas se quedan leyendo lo que escribí para otros, entonces tendré más lectores y lectoras, sino esto es solo entre tú y yo.

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