No hay nada que odie más, que el silencio taciturno.
El silencio mentiroso
que prefiere quedarse callado, por el miedo al qué dirán.
El silencio que guarda sentimientos,
el silencio que no puede decir te extraño
y prefiere quedarse adentro.
No hay nada que odie más, que el silencio matutino,
ese que se despierta con un deseo interminable de decir te amo,
pero prefiere quedarse dormido.
No hay nada que me moleste más, que un silencio hipócrita
un silencio enmudecido,
un silencio que está lleno de palabras, pero las deja guardadas.
Cómo odio a ese silencio abandonado.
En cambio, hay esos silencios, que con una mirada lo dicen todo
esos silencios, que te encuentran bajo la mesa,
esos silencios, que traen consigo,
en el estrepitoso galope del pensamiento,
un grandioso: te amo
un siempre bienvenido: te necesito.
Hay ese maravilloso silencio, que calla con los labios,
pero es un cómplice a todas luces
un silencio que llena de vida
un silencio que de quedarse callado se muere y siempre prefiere gritar
ese es el silencio que amo.
Amiga, me encanta! me hizo recordar a un silencioso que aun nunca supe en cual de esas categorias ubicar... Espero que hoy si logres dormir un poquito, te daría si pudiera, la mitad de mi sueño porque es algo que yo tengo en abundancia jajajajaja
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