Diario de una bruja (10ª entrega)


Día 8

La tristeza se volvió en enojo. Lloré dos veces ayer, con mucha carga emocional. Nada concreto, solo sentía que me pesaba la vida entera. Las lágrima ayudaron a que la presión en el pecho se calmara un poco. El sueño estuvo conmigo todo el día. Estaba mareada y totalmente lenta. Me sentía como los perezosos de la película Zootopia, todo en cámara lenta. 

Ayer me acosté enojada con todos y con dolor de cabeza. Amanecí igual. De muy mal humor, pero con una gran necesidad de amor. No quería que nadie me tocara porque quería mandar todo a la mierda y, cuando ando así, me doy miedo sola, porque no me controlo. Pero, al mismo tiempo, moría de ganas de que me abrazaran y dieran muchos besos.

Como predije, anoche salieron las últimas gotas de sangre. Hoy ya nada, quizás solo una pequeña sombra café oscuro, de una sangre ya marchita. Primer día de vacación, con la voluntad por suelo. Sin embargo, el amor de madre me hizo ir al mercado porque no habían vegetales y me obligué a pasar un día madre e hija para disfrutarnos juntas. Salimos de paseo, aunque yo solo pensaba en dormir. 

Sueño, sueño, sueño, nada de voluntad y muy mal humor. Parece que esta menstruación sacó todo de mí y me dejó seca, vacía y triste.

#HayDíasQueSoloUnaSeQuiere #LunaCreciente

Comentarios